Cirujana Gastroenteróloga y Coloprotóloga en Oaxaca

Se les describe como “venas varicosas”, las cuales se agrandan o hinchan, alrededor del ano o el recto inferior. Existen dos tipos, internas y externas.

Las hemorroides externas se forman cerca del ano y están cubiertas por una piel sensible. Por lo general son indoloras a menos que se forme un coágulo de sangre (trombosis).

Las hemorroides trombosadas, son coágulos de sangre que pueden provocar dolor significativo.

Las hemorroides internas se forman dentro del ano bajo el revestimiento. Los síntomas más comunes son el sangrado y la protrusión sin dolor durante los movimientos intestinales.

Sin embargo, una hemorroide interna puede causar dolor severo si está completamente prolapsada.

Esto significa que se ha deslizado fuera de la abertura anal y no puede ser empujado hacia atrás dentro.

El médico proctólogo es el médico indicado para realizar el mejor tratamiento, aliviar y eliminar las hemorroides en hombres y mujeres, especialmente durante el embarazo.

La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad inflamatoria, de causa desconocida, que puede afectar a todo el intestino grueso (colon y recto).

La inflamación sólo ocurre en la capa más interna de la pared intestinal (mucosa).

La CU puede entrar en remisión y volver más tarde.

El tratamiento médico es siempre la primera opción a menos que se requiera cirugía de emergencia, cuando ocurre una complicación de la enfermedad, como un intestino perforado (agujero en el intestino), sangrado severo o infección grave (colitis tóxica).

También llamada fisura en el ano es un pequeño corte o abertura en el revestimiento del canal anal.

Las fisuras son causadas generalmente por un traumatismo en el revestimiento interior del ano debido a un movimiento intestinal u otra dilatación del canal anal.

Esto puede ser debido a una evacuación dura, seca o evacuaciones sueltas y frecuentes.

Las causas menos comunes de fisuras incluyen la enfermedad inflamatoria intestinal, infecciones anales, o tumores.

Aunque la mayoría de las fisuras anales no requieren cirugía solo tratamiento, las fisuras crónicas son más difíciles de tratar y la cirugía puede ser la mejor opción.

El síndrome del intestino irritable (IBS) es un trastorno común, que afecta a un estimado del 15% de la población.

Es una de las varias condiciones conocidas como trastornos gastrointestinales funcionales.

Esto significa que el intestino puede funcionar anormalmente, pero las pruebas son normales y no hay defectos estructurales detectables.

Existen diferentes tipos de tratamientos para controlar el intestino irritable.

No todos funcionan para todas las personas, por ello es importante la valoración del especialista.

Es una inflamación del apéndice, una bolsa en forma de dedo que se proyecta desde el colon en el lado inferior derecho del abdomen.

La apendicitis provoca dolor en el abdomen bajo derecho. Sin embargo, en la mayoría de las personas, el dolor comienza alrededor del ombligo y luego se desplaza. A medida que la inflamación empeora, el dolor de apendicitis por lo general se incrementa y finalmente se hace intenso.

Lo más frecuente es que ocurra en personas entre los 10 y los 30 años de edad. El tratamiento estándar es la extirpación quirúrgica.

Es importante atenderlo a tiempo porque puede reventarse y provocar una peritonitis.

Es un tipo de cáncer que comienza en el intestino grueso (colon). El colon es la parte final del tubo digestivo. A veces se le conoce como cáncer colorrectal.

El cáncer de colon suele afectar a los adultos mayores, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Por lo general comienza como grupos pequeños y no cancerosos (benignos) de células llamados pólipos que se forman en el interior del colon. Con el tiempo, algunos de estos pólipos pueden convertirse en cáncer de colon.

Los pólipos pueden ser pequeños y generar pocos o ningún síntoma. Es recomendable realizarse pruebas de detección regulares para prevenir el cáncer.

Hay muchos tratamientos disponibles para ayudar a controlarlo, incluidos la cirugía, la radioterapia y los tratamientos farmacológicos, como la quimioterapia, la terapia con diana específica y la inmunoterapia.

Son bolsas que se forman en las paredes del colon, normalmente en la parte izquierda o colon sigmoide (al término del recto), pero pueden abarcar todo el colon.

La enfermedad diverticular es la presencia de estas bolsas pero sin complicaciones o no se relaciona normalmente con síntomas. Se puede tratar con dieta.

La diverticulitis es una infección de los divertículos, puede causar uno o más de los síntomas siguientes: dolor en el abdomen, escalofríos, fiebre y cambios en la defecación.

Los síntomas más intensos se relacionan con complicaciones graves como perforación (ruptura), formación de abscesos o fístulas (una conexión anormal entre el colon y otro órgano o la piel).

Los casos leves pueden ser tratados con antibióticos orales, restricciones alimenticias y, posiblemente, con ablandadores fecales.

Los casos más graves necesitan hospitalización con antibióticos por vía intravenosa y restricciones alimenticias.

La cirugía se reserva para los pacientes con diverticulitis recurrente, complicaciones o ataques graves cuando hay poca o ninguna respuesta al medicamento.

También se requiere cirugía en las personas que presentan una sola hemorragia grave debida a la diverticulosis, o con hemorragias recurrentes.

Esta enfermedad engloba dos patologías, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.

La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad inflamatoria que puede afectar a todo el intestino grueso (colon y recto).

La inflamación sólo ocurre en la capa más interna de la pared intestinal (mucosa).

La CU puede entrar en remisión y volver más tarde.

El manejo medical es típicamente la primera opción para el tratamiento.

Cuando la cirugía se realiza para CU, por lo general es curativo.

La enfermedad de Crohn es un proceso inflamatorio crónico del tracto intestinal principalmente.

Aunque puede afectar cualquier parte del tracto digestivo desde la boca hasta el ano, más comúnmente afecta la porción más baja del intestino delgado (íleon) o el intestino grueso (colon y recto).

El tratamiento inicial es casi siempre con medicamentos.

No existe una “cura” para la enfermedad de Crohn; sin embargo, la terapia médica con uno o más fármacos proporciona un medio para tratar la enfermedad en su etapa temprana y aliviar los síntomas.

En los casos más avanzados o complicados de la enfermedad de Crohn, puede recomendarse la cirugía.

Es una infección causada por un pelo que lesiona la piel de la zona superior del surco interglúteo.

A veces un pelo irrita la piel y crece hacia el interior de esta, formando una cavidad conocida como quiste pilonidal y suele ubicarse en la parte superior de la hendidura entre las nalgas.

El quiste puede no causar síntomas o bien puede llegar a infectarse y causar dolor.

Si la infección produce una acumulación de pus, se denomina absceso pilonidal.

Un seno pilonidal es una herida crónica supurante en el punto de infección.

El absceso pilonidal se trata abriendo el absceso y drenándolo.

Los senos pilonidales se extirpan quirúrgicamente.

Si hay quistes más grandes, se realiza una cirugía de colgajo.

Es la capacidad deteriorada para controlar el paso del gas o de las heces.

Este es un problema común y se da por diferentes causas: lesiones durante el parto, trauma a los músculos anales ya sea por cirugía o lesiones, pérdida de fuerza anal ocasionada por la edad, enfermedades neurológicas como accidente cerebrovascular grave, demencia avanzada o lesión de la médula espinal.

Existen opciones de tratamiento quirúrgico y no quirúrgico que varían según la causa y la gravedad del problema.

Es la inflamación aguda o crónica del recto.

Se da por diferentes causas, como enfermedades infecciosas que causan gastroenteritis, enfermedades de transmisión sexual por relaciones sexuales anales, por la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crhon o por radioterapia.

Dependiendo de la gravedad, se trata mediante medicamento o mediante cirugía láser.

Un absceso anal es una cavidad infectada llena de pus cerca del ano o el recto.

Existen diferentes tipos de abscesos dependiendo su ubicación en el ano o en el recto.

El canal anal tiene unas pequeñas glándulas que forman parte de la anatomía normal. Si las glándulas en el ano se obstruyen puede dar lugar a una infección.

Cuando la infección es grave, es frecuente que se produzca un absceso. Las bacterias, las heces o materias extrañas también pueden obstruir las glándulas anales y causar un absceso.

La mayoría de los abscesos requieren tratamiento quirúrgico.

Las verrugas anales (Condiloma Acuminado) son causadas por el virus del papiloma humano (VPH), la más común enfermedad de transmisión sexual (ETS).

Las verrugas afectan al área alrededor y dentro del ano, pero también se pueden desarrollar en la piel de la zona genital.

Aparecen primero como manchas o crecimientos pequeños, a menudo tan pequeños como una cabeza de alfiler.

Pueden llegar a ser muy grandes y pueden cubrir toda la zona anal.

Si las verrugas no se eliminan, pueden crecer y multiplicarse. El virus HPV, causante de las verrugas anales, es también la causa del cáncer de ano.

Se pueden eliminar mediante medicamentos tópicos, congelación mediante nitrógeno o si son demasiado grandes o internas se realiza mediante cirugía.

La fístula es un pequeño túnel que se origina desde una abertura dentro del canal anal y termina en una abertura exterior cerca del ano.

Una fístula anal es amenudo el resultado de un absceso anal anterior. Hasta el 50% de las personas con un absceso desarrollan una fístula.

Sin embargo, una fístula también puede ocurrir sin un absceso. Lo mismo que ocurre con los abscesos, hay varios tipos de fístulas dependiendo de la porción del recto y del ano que afecten.

La cirugía es siempre necesaria para el tratamiento de una fístula anal.

Suelen ser objetos que se han introducido en él, pero también pueden haber sido tragados.

En la unión entre el ano y el recto (llamada la unión anorrectal) pueden quedar atascados objetos deglutidos, como palillos, huesos de pollo o espinas de pescado.

También pueden quedar atascados accidentalmente en el recto, después de haber sido introducidos por el ano, los extremos de los enemas, esponjas o instrumentos quirúrgicos, termómetros y objetos utilizados para la estimulación sexual.

Si no se puede retirar el objeto con un retractor, se extirpa mediante cirugía.

Son crecimientos anormales de tejido que surgen de la capa interior o mucosa del intestino grueso (colon) y sobresalen al canal intestinal (luz). Algunos pólipos son planos, otros tienen un tallo.

Los pólipos son uno de los problemas más comunes que afectan al colon y al recto, y se presentan en el 15 a 20% de la población adulta.

Aunque la mayoría de los pólipos son benignos, se ha logrado establecer la relación de ciertos pólipos con el cáncer.

Debido a que no hay una manera infalible de predecir si un pólipo se volverá o no maligno, se aconseja extirparlos en su totalidad.

Dependiendo del tipo de pólipo, se determina el método de extirpación.

Es una condición en la cual el recto (la última parte del intestino grueso) pierde los anclajes normales que lo mantienen fijo en el interior del cuerpo, lo que permite que se deslice al exterior a través del orificio anal.

El prolapso rectal puede llevar a la incontinencia fecal (pérdida del control de gases y heces).

Aunque no siempre es necesario, el tratamiento más eficaz para el prolapso rectal es la cirugía.

Esta condición provoca irritación de la piel cerca del ano, lo que resulta en un fuerte deseo de rascar el área.

En muchos casos, no se encuentra un problema específico para explicar el prurito.

Estos casos se llaman «idiopáticos» (de causa desconocida).

En algunos casos se da por condiciones anales, humedad, dieta o cuidado personal.

El tratamiento implica la prevención de la irritación y la humedad en el área afectada y evitar rascarse.

Es un abultamiento de la pared frontal del recto en la pared posterior de la vagina.

Este es un problema muy común que a menudo no produce síntomas.

Otros órganos pélvicos pueden salirse en la vagina, incluyendo la vejiga (cistocele) y el intestino delgado (enterocele), produciendo problemas similares.

La mayoría de los síntomas asociados con un rectocele se pueden resolver con tratamiento no quirúrgico, sin embargo, esto depende de la gravedad de los síntomas.

Los virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de más de 200 virus relacionados y algunos de estos se transmiten por relaciones sexuales vaginales, anales u orales.

Hay dos grupos de VPH de transmisión sexual: de riesgo bajo y de riesgo alto.

Los VPH de riesgo bajo casi no causan enfermedades. Sin embargo, algunos tipos de VPH de bajo riesgo producen verrugas en el área de los genitales, el ano, la boca o la garganta.

Los VPH de riesgo alto causan varios tipos de cáncer.

Hay alrededor de 14 tipos de VPH de riesgo alto e incluyen los siguientes: 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 66 y 68.

Dos de estos, el VPH16 y el VPH18, causan la mayoría de los cánceres relacionados con el VPH.

La mayoría de las infecciones por el virus del papiloma humano (VPH) desaparecen por sí mismas.

Aunque no hay cura para el papiloma humano, hay tratamientos para los problemas que puede causar, dependiendo el grado de lesión se indicará tratamiento o cirugía.

Existen vacunas que pueden prevenir algunos virus del VPH.

Es una técnica diagnóstica en que se emplea un pequeño tubo (anoscopio) lubricado para observar el revestimiento del recto y del ano.

Se trata de una técnica mínimamente invasiva y ambulatoria. Se utiliza para diagnosticar patologías rectales o para examen preventivo de tumores rectales.

Se emplea para tratar: Hemorroides, fisuras anales, inflamación, cáncer y pólipos anales.

Es un procedimiento para extraer un pequeño pedazo de tejido del recto para su análisis, se realiza por medio de una anascopía.

Se utiliza para determinar la causa de neoplasias anormales encontradas durante una anoscopía, una sigmoidoscopia u otros exámenes, al igual que para confirmar el diagnóstico de amiloidosis (un trastorno poco frecuente en el cual las proteínas se acumulan en el tejido y los órganos).

Se utiliza para tratar a personas con esa afección ya que es poco probable que la fístula anal se resuelva por sí sola. Se realiza bajo anestesia general y hay diferentes tipos:

• Fistulotomía: Es ideal para fístulas que no cruzan en esfínter.
• Técnicas con cerdas: Se inserta la cerda, segmento de hilo quirúrgico, en la fístula para mantenerla abierta. Se deja por un periodo de tiempo, ayudando a drenar y a sanar la fístula.
• Procedimiento avanzado de colgajo: Se cubre la porción de fístula que ingresa al intestino con un colgajo de tejido tomado del recto.

Se le conoce como cirugía mínimamente invasiva, es un procedimiento por el cual se observa el interior del abdomen y la pelvis.

Se realiza mediante un laparoscopio, tubo delgado y flexible que tiene una cámara de vídeo y luz, el cual se introduce a través de una incisión realizada en la pared abdominal, cerca del ombligo.

También se podría hacer una segunda o una tercera incisión en otras partes del abdomen para insertar otros instrumentos.

Se utiliza para detectar la causa de problemas en el abdomen y la pelvis, para extirpar o hacer biopsias de los ganglios linfáticos de la pelvis o el abdomen y para tratar cáncer, entre otros.

La colonoscopía es una prueba que explora el intestino grueso y la parte final del intestino delgado, su finalidad es verificar el estado de un tramo del tubo digestivo y realizar pruebas diagnósticas (toma de biopsias), localizar posibles enfermedades y trastornos antes de que se conviertan en cáncer.

Es un procedimiento con el que se puede diagnosticar la mayor parte de las enfermedades que afectan al tracto digestivo inferior (intestino grueso) ayuda a identificar las lesiones de una manera muy precisa, nos permite obtener biopsias para ser analizadas mediante el microscopio y así tener un diagnóstico exacto que facilita un tratamiento correcto de la enfermedad.

Los abscesos perianales se originan de una infección criptoglandular anal, su diseminación posterior origina, en muchos casos, un trayecto fistuloso.

El tratamiento es una operación de urgencia, en la cual se hace una incisión en la piel cerca del ano y se drena la pus para aliviar el dolor. Algunos pacientes con absceso perianal presentan un túnel asociado (fístula), que conecta el ano con la piel adyacente.

El dolor es el síntoma principal, por lo general es muy intenso e incapacitante, de tipo punzante y que se intensifica al sentarse, deambular, toser o estornudar. Se puede presentar una zona de inflamación dolorosa, con hipertermia e hiperemia local; también se puede agregar supuración transanal, fiebre y rectorragia.

La electrofulguración o fulguración electrotérmica, permite fulgurar y cerrar térmicamente los vasos sanguíneos conectados a las lesiones anales con puntas electroquirúrgicas específicas.

La finalidad del tratamiento es eliminar o reducir el flujo sanguíneo en la lesión anal.

• La hemorroidectomía láser: Es un procedimiento relativamente nuevo, en el cual el tratamiento para la enfermedad hemorroidal coagula el flujo sanguíneo por medio del láser, en este procedimiento el coloproctólogo inserta la sonda del láser en los paquetes hemorroidales cauterizándolos y sellando los vasos, reduciendo el riesgo de sangrado durante el procedimiento.
• Hemorroidectomía con energía ultrasónica: Es una técnica utilizada para hemorroides grado 3 y 4, en el cual se utiliza para disminuir el sangrado y disminuir el tiempo quirúrgico. La pinza funciona desnaturalizando las proteínas, rompiendo los puentes de hidrógeno y formando un cuadro que sella los vasos sanguíneos a temperaturas bajas lo que disminuye el riesgo de lesiones térmicas al resto de los tejidos, de esta manera el resultado es menos dolor y una recuperación más rápida.

Los desórdenes del piso pélvico son condiciones que afectan la adecuada función de los órganos pélvicos de la mujer. Estas condiciones incluyen prolapso o flacidez de los órganos, problemas con la vejiga y la función intestinal, también el debilitamiento de los músculos pélvicos y de los tejidos conectivos.

Hay varios tratamientos disponibles para estas condiciones, que van desde el entrenamiento del músculo del piso pélvico, cambios en el estilo de vida hasta la estimulación nerviosa y los procedimientos quirúrgicos.

Una ostomía implica realizar una incisión en la pared abdominal y redirigir los desechos para quitarlos de un órgano enfermo o dañado, a su vez, esto modifica la forma en la que la orina o las heces se procesan en el cuerpo.

Luego de una ostomía, se conecta el estoma a una bolsa externa donde se recolecta la orina o las heces. Según el procedimiento, las ostomías pueden ser permanentes o reversibles.

Existen tres tipos de ostomías:

1. Colostomía: Se realiza cuando el intestino grueso se redirige de manera que los desechos del cuerpo se eliminen a través del estoma sobre la pared abdominal.
2. Ileostomía: Cuando se quita el intestino grueso y se redirige el intestino delgado para que los desechos del cuerpo se eliminen a través del estoma sobre la pared abdominal.
3. Urostomía: Cuando un segmento pequeño del intestino delgado se reutiliza para redirigir la orina a través del estoma sobre la pared abdominal.

Mediante este ultrasonido se evalúa la anatomía del canal anal.

El examen se realiza mediante un escáner que se coloca dentro del canal anal, lo que permitirá identificar los músculos en el canal anal para identificar la patología y así determinar el mejor tratamiento.